Ya lo sabes, proteger los datos ya no se trata solo de cumplir con el RGPD. Desde la entrada en vigor de la Ley de Ciberresiliencia en diciembre de 2024, la responsabilidad de las empresas en materia de seguridad digital ha subido de nivel. Ahora, no basta con hacer copias de seguridad: hay que demostrar que se tiene control sobre los datos, que se detectan riesgos a tiempo y que se puede reaccionar rápido si algo falla.
Y aquí es donde entra en juego el software de protección de datos. Pero no cualquier software. Hablamos de soluciones capaces de adaptarse a entornos híbridos, cumplir normativas estrictas, defenderse de ransomware y, sobre todo, ser prácticas para el día a día de una empresa que no tiene un ejército de técnicos.
El primer paso que casi nadie hace (y es el más importante)
Antes de elegir herramientas, conviene hacer una foto real de vuestra situación. Muchas empresas compran software sin saber exactamente qué quieren proteger ni de qué amenazas.
Estas son las preguntas clave que deberíais responder internamente:
- ¿Qué tipo de datos gestionáis? ¿Datos personales de clientes? ¿Contratos? ¿Información confidencial de productos?
- ¿Dónde están esos datos? ¿Servidores propios? ¿Portátiles? ¿OneDrive? ¿ERP en la nube?
- ¿Qué riesgos tenéis? Ransomware, borrado accidental, fugas de información, ataques internos.
- ¿Qué pasaría si perdéis todo? ¿Podríais recuperaros en horas, días… o sería el fin?
Responder con sinceridad a estas preguntas os permitirá entender si necesitáis un sistema de backup, una solución DLP, cifrado, control de dispositivos o una mezcla de todo.
Tipos de software: no todo se soluciona con copias de seguridad
Vamos al grano. Esto es lo que realmente existe en el mercado, con lo bueno y lo malo de cada tipo de solución:
- Backup y recuperación (BDR): Soluciones pensadas para restaurar sistemas completos o archivos individuales tras una pérdida de datos, ataque o fallo de hardware. Deben incluir pruebas automáticas de recuperación, protección ante ransomware y copias inmutables.
- Prevención de pérdida de datos (DLP): Herramientas que detectan patrones de datos sensibles (DNI, cuentas bancarias, historiales médicos…) y actúan antes de que esos datos salgan sin control. Si no sabéis por dónde empezar, os recomendamos crear una política DLP adaptada a vuestro negocio.
- Cifrado: No basta con cifrar un disco duro. Debéis cifrar comunicaciones (correo, chat interno), datos en la nube y copias de seguridad. Además, la gestión de claves debe estar bajo control. Un mal cifrado, mal configurado, puede terminar bloqueando vuestros propios archivos.
- Protección cloud: Muchas empresas usan Microsoft 365 o Google Workspace pensando que “están protegidos por estar en la nube”. Error. Los datos se pueden borrar, sobrescribir o robar. Aquí es clave usar software que permita versiones, auditorías y restauración granular.
- Cumplimiento normativo y gobierno del dato: Especialmente importante en sectores regulados. Incluyen etiquetado automático, trazabilidad, control de accesos y evidencias de cumplimiento ante auditorías de la AEPD o entidades sectoriales.
¿Qué soluciones merecen la pena actualmente?

Para copias de seguridad y recuperación rápida
Veeam es el referente en entornos virtualizados y físicos. Su consola es intuitiva, permite recuperación rápida (incluso máquinas completas en minutos), y se integra muy bien con VMware, Hyper-V, AWS, Azure y más. Además, su sistema de backup inmutable es uno de los más robustos contra ransomware.
Rubrik va un paso más allá: combina backup, clasificación de datos y detección de actividad sospechosa con IA. Su enfoque inmutable es total (ni siquiera un administrador puede borrar copias sin trazabilidad) y permite restauraciones limpias tras incidentes graves.
Acronis Cyber Protect destaca por su enfoque todo en uno: backup, antimalware, gestión remota y control de dispositivos desde una sola consola. Es ideal si sois una pyme sin departamento IT completo, pero queréis cubrir lo esencial sin complicaros con múltiples soluciones separadas.
Para controlar datos sensibles y evitar fugas
Microsoft Purview es especialmente potente si usáis Microsoft 365. Permite identificar datos personales o confidenciales, aplicar políticas de cifrado automático, prevenir envíos indebidos por correo, bloquear USBs no autorizados y gestionar todo desde Azure.
Forcepoint DLP es una solución más completa y especializada. Su ventaja está en su motor contextual: no se limita a detectar palabras clave, sino que interpreta el uso del dato. Ideal para empresas que manejan I+D, contratos confidenciales o datos financieros críticos.
En ambos casos, os recomendamos empezar con una fase de “solo monitorización” para ver qué se mueve realmente en vuestra red antes de aplicar bloqueos agresivos.
Para proteger lo que tenéis en la nube
Druva ofrece un enfoque SaaS sin infraestructura, que cubre endpoints, servidores, M365, Google Workspace, Salesforce y AWS. Destaca por su escalabilidad y por la facilidad de uso para entornos mixtos.
AvePoint se integra perfectamente con Microsoft 365, cubriendo backup, recuperación, cumplimiento (etiquetado, políticas) y control de permisos. Muy útil si gestionáis equipos remotos o compartís datos sensibles entre sedes o partners.
Ambas opciones permiten restauración granular: no necesitáis recuperar todo un buzón o carpeta si solo se ha perdido un archivo o correo. Esto ahorra tiempo, recursos y minimiza interrupciones.
La nueva normativa: combinar la Ley de Ciberresiliencia y el RGPD
Desde diciembre de 2024, la Ley de Ciberresiliencia obliga a las empresas no solo a proteger sus activos digitales, sino a:
- Detectar y reportar incidentes rápidamente.
- Probar que disponen de mecanismos de recuperación.
- Controlar el ciclo de vida del dato en todos sus estados (creación, uso, almacenamiento y eliminación).
Esto se suma al RGPD, que sigue plenamente en vigor y exige:
- Minimizar los datos recogidos.
- Protegerlos mediante cifrado y control de accesos.
- Garantizar el derecho al olvido y la portabilidad.
- Notificar brechas de seguridad en menos de 72 horas.
El software por sí solo no garantiza cumplimiento, pero sí proporciona herramientas esenciales para demostrar diligencia proactiva ante la AEPD o los clientes.
Recomendaciones prácticas desde la experiencia
- Automatizad lo básico: copias diarias, alertas de comportamiento anómalo, informes de cumplimiento. No deleguéis en memoria humana lo que se puede programar.
- Probad antes de comprometeros: haced pruebas de concepto de 14 o 30 días. Simulad un ataque, una eliminación accidental, un escenario de recuperación. Es la única forma realista de saber si el software cumple.
- No confiéis solo en los fabricantes: comparad opiniones reales en G2, Capterra, Forrester o Gartner, y contrastadlas con vuestras necesidades.
- Formad al personal: una buena solución técnica no sirve si vuestros empleados siguen compartiendo contraseñas o enviando datos sensibles por error. Aquí tenéis buenas prácticas para proteger la información en entornos de teletrabajo.
- Planteaos externalizar el soporte si no tenéis equipo propio. Un proveedor de IT con experiencia puede implementar todo esto en días, sin afectar a vuestra operativa diaria. Aquí os explicamos las ventajas de externalizar el soporte IT.
Conclusión
Elegir el mejor software de protección de datos no es cuestión de modas ni de seguir lo que hace la competencia. Es entender vuestro negocio, vuestros datos y vuestros riesgos. Ahora, proteger la información ya no es una recomendación: es una obligación legal, ética y empresarial.
En Nimbus Tech lo tenemos claro: no se trata de vender licencias, sino de implantar soluciones reales que os den control, visibilidad y capacidad de respuesta ante cualquier incidente. Si queréis que os ayudemos a identificar qué necesitáis exactamente, estamos a vuestra disposición.