El Reglamento DORA (Digital Operational Resilience Act), de aplicación obligatoria en toda la Unión Europea a partir del 17 de enero de 2025, marca un antes y un después en la forma en que las empresas gestionan su ciberresiliencia. No se trata únicamente de una norma financiera: afecta a proveedores TIC, consultoras tecnológicas y todo tipo de empresas con servicios digitales críticos.
En un contexto donde las interrupciones operativas, ciberataques y dependencias tecnológicas son cada vez más frecuentes, DORA establece un marco común para garantizar la continuidad operativa y la seguridad digital de las entidades europeas. En España, tanto la CNMV como el Banco de España están ya implementando los mecanismos de supervisión, mientras que consultoras como Nimbus Tech están acompañando a empresas en el proceso de adaptación.
Para las empresas tecnológicas, cumplir con DORA no solo evita sanciones: también es una ventaja competitiva clara. Permite demostrar fiabilidad, madurez operativa y capacidad para operar en mercados regulados.
¿Qué es el Reglamento DORA y por qué es relevante para la ciberseguridad empresarial?
El Reglamento (UE) 2022/2554, conocido como DORA, establece un marco legal armonizado en toda la Unión Europea para la resiliencia operativa digital. Su objetivo es asegurar que tanto las entidades financieras como sus proveedores TIC esenciales puedan resistir, responder y recuperarse ante cualquier incidente tecnológico o ciberataque.
A diferencia de otras normativas más abstractas, DORA impone obligaciones técnicas concretas que deben ser implementadas y auditadas. Esto afecta directamente a empresas que prestan servicios como:
- Ciberseguridad en el teletrabajo
- Gestión segura de contraseñas
- Filtrado de tráfico y DNS
- Proveedores de almacenamiento cifrado
El impacto es transversal: desde startups que proveen soluciones cloud hasta empresas de soporte que ofrecen migración a Microsoft 365. Todas deben demostrar que sus servicios son ciberresilientes, auditables y documentados.
Requisitos clave del DORA para empresas TIC y entidades financieras en España
DORA se articula en cinco pilares normativos, cada uno con implicaciones directas para los equipos técnicos y de cumplimiento:
1. Gobernanza de riesgos TIC
La alta dirección de cada empresa es la responsable final de la resiliencia digital. Esto implica definir una política clara de seguridad, auditarla regularmente y formar al personal. El uso de marcos reconocidos como la norma ISO 27001 o el marco NIST facilita el cumplimiento normativo.
2. Gestión de incidentes de ciberseguridad
A partir de enero de 2025, todas las entidades sujetas deberán notificar incidentes graves a las autoridades en plazos muy ajustados. Esto requiere herramientas específicas de detección, clasificación y respuesta. Artículos como cómo gestionar una fuga de información o cómo evitar la filtración de datos son fundamentales para preparar los procedimientos.
3. Pruebas de resiliencia digital
Se exigen pruebas periódicas de resistencia frente a amenazas. Esto puede incluir simulaciones de ataque avanzadas (TLPT) que deben ser realizadas por equipos especializados. Soluciones como las herramientas de pentesting para empresas permiten simular vulnerabilidades reales para medir el nivel de preparación.
4. Gestión del riesgo de terceros
Las entidades deben mantener un registro anual de proveedores TIC, incluyendo información contractual, criticidad y subcontrataciones. Toda contratación debe contemplar cláusulas de seguridad, continuidad y revisión. Este aspecto afecta especialmente a quienes trabajan con servicios cloud o almacenamiento cifrado.
5. Intercambio de información sobre ciberamenazas
DORA promueve el intercambio seguro de inteligencia sobre amenazas entre entidades. Esto requiere procedimientos para compartir datos de forma estructurada y anonimizada, cumpliendo simultáneamente con el RGPD.
Cómo aplicar el principio de proporcionalidad en pymes tecnológicas
Uno de los aspectos más interesantes del Reglamento DORA es su enfoque proporcional. El reglamento reconoce que no todas las organizaciones disponen de los mismos recursos ni del mismo nivel de exposición a riesgos. Las pymes tecnológicas que prestan servicios TIC a entidades financieras pueden aplicar medidas adaptadas, siempre que estén justificadas y documentadas.
Por ejemplo, una empresa que presta servicios de soporte técnico o externaliza la ciberseguridad a bancos o aseguradoras, puede implementar controles más sencillos pero eficaces: segmentación de red, backups seguros, registro de proveedores y formación básica en ciberseguridad.
Las herramientas clave para pequeñas empresas incluyen:
- Políticas de contraseñas bien definidas (crear política de contraseñas en empresas)
- Controles básicos anti-phishing (política anti-phishing)
- Herramientas accesibles de backup en la nube (backup Microsoft 365)
La clave está en documentar correctamente los procesos, justificar las decisiones tomadas en función del riesgo, y revisar las medidas al menos una vez al año.
Integración práctica con NIS2, RGPD, ISO 27001 y otras normativas
El cumplimiento de DORA no puede abordarse de forma aislada. Su implementación se solapa con otros marcos normativos que muchas empresas españolas ya conocen:
- NIS2, que también requiere análisis de riesgos, notificación de incidentes y protección de la cadena de suministro digital. Los contenidos de cómo cumplir con NIS2 o ciberseguridad en farmacéuticas y ENS son una buena base.
- RGPD, que sigue vigente y exige proteger los datos personales incluso ante ciberataques o interrupciones. La respuesta a incidentes debe coordinarse con la gestión de brechas de datos.
- ISO 27001 e ISO 27002, fundamentales para estructurar los controles de seguridad exigidos por DORA. Recursos como cómo implantar un plan director de seguridad o controles de la ISO 27001 ofrecen un enfoque claro.
- ENS, para empresas proveedoras del sector público. Muchos requisitos de DORA ya están contemplados en su versión actualizada.
Integrar estas normativas con una estrategia unificada reduce costes, evita redundancias y mejora la seguridad global del sistema.
Preguntas Frecuentes (FAQ)
¿Qué tipo de empresas están obligadas a cumplir con DORA?
Empresas financieras (bancos, aseguradoras, gestoras de fondos, etc.) y cualquier proveedor TIC que preste servicios críticos a estas entidades. También afecta a empresas de software, seguridad, cloud y consultoría IT.
¿Qué implica la obligación de notificar incidentes según DORA?
Desde enero de 2025, las entidades deben detectar y reportar incidentes graves de forma estructurada, en plazos breves y con documentación completa. Es obligatorio registrar todos los pasos de la respuesta.
¿Cómo puede una pyme adaptarse a DORA sin grandes recursos?
Aplicando el principio de proporcionalidad: adoptar medidas ajustadas al tamaño y criticidad de sus servicios. Documentar bien los procesos, mantener backups seguros y establecer protocolos de respuesta es clave.
¿Qué relación tiene DORA con otras normativas como RGPD o NIS2?
Complementaria. DORA regula la resiliencia operativa digital, mientras RGPD protege datos personales y NIS2 exige seguridad de red y sistemas. Es recomendable integrarlas para reducir esfuerzos y evitar duplicidades.
Conclusión: Prepararse para DORA es prepararse para competir
Cumplir con el Reglamento DORA no es solo una obligación. Es una oportunidad para demostrar profesionalidad, madurez operativa y capacidad de respuesta ante amenazas reales. En el entorno regulatorio actual, las empresas que trabajan con estructuras robustas, documentación clara y estándares internacionales no solo ganan en cumplimiento: ganan la confianza de sus clientes.
Desde Nimbus Tech, ayudamos a nuestros clientes a alinear su estrategia de seguridad con los estándares de DORA, NIS2 y ENS mediante una visión práctica y adaptada. Ya sea a través de auditorías tecnológicas, planes de contingencia o formación personalizada, es posible convertir el cumplimiento en una ventaja real.