En 2025, el firewall sigue siendo uno de los pilares fundamentales de la defensa perimetral en cualquier empresa. Sin embargo, el debate sobre si conviene renovar el hardware o optimizar la configuración existente está más vigente que nunca. Las innovaciones en los firewalls de nueva generación (NGFW) —con capacidades de inspección profunda de paquetes (DPI), inteligencia de amenazas en tiempo real, integración con Zero Trust y protección frente a IoT/OT— han elevado el listón tecnológico. Pero, al mismo tiempo, una configuración deficiente en un equipo nuevo puede dejar la puerta igual de abierta que un firewall obsoleto.
La decisión no es trivial: implica evaluar riesgos, costes, cumplimiento normativo y proyección futura de la infraestructura de seguridad. Una empresa que actualiza por inercia puede incurrir en un gasto innecesario, mientras que otra que retrasa demasiado la renovación puede quedar expuesta a amenazas avanzadas que su hardware no es capaz de mitigar.
El peso de la configuración: más allá del “plug and play”
Un firewall mal configurado, por muy avanzado que sea, ofrece una protección ficticia. Según nuestra experiencia en proyectos de auditoría de ciberseguridad y optimización de infraestructura para pymes y grandes corporaciones, hemos encontrado casos de NGFW valorados en más de 20 000 € que apenas bloqueaban tráfico malicioso porque la política de reglas estaba incompleta o mal estructurada.
Configurar correctamente un firewall implica:
- Aplicar el principio de menor privilegio en las reglas de acceso.
- Implementar segmentación de red con VLANs y DMZ.
- Integrar filtrado de tráfico y DNS para prevenir conexiones hacia dominios maliciosos (ver guía de filtrado de tráfico).
- Revisar y depurar reglas obsoletas o duplicadas.
- Activar inspección SSL/TLS cuando sea viable.
En muchas organizaciones, una revisión exhaustiva de la configuración puede extender la vida útil del firewall varios años, reduciendo el coste de renovación sin comprometer la seguridad.
Señales claras de que ha llegado el momento de renovar
Aunque optimizar la configuración es una opción potente, hay circunstancias en las que la renovación es prácticamente obligatoria:
- Limitaciones técnicas: hardware incapaz de manejar el volumen de tráfico cifrado actual, ausencia de soporte para protocolos modernos o incapacidad para inspección DPI a velocidad de línea.
- Fin de soporte: fabricantes que ya no publican actualizaciones de firmware ni parches de seguridad.
- Falta de integración: incompatibilidad con entornos de nube híbrida, Zero Trust o soluciones avanzadas de autenticación multifactor (ver mejores software MFA).
- Requisitos normativos: auditorías que exigen funcionalidades específicas para cumplir con el ENS o la ISO 27001 (ver guía de ISO 27001).
En estos casos, insistir en mantener el firewall actual puede suponer un riesgo desproporcionado frente al coste de actualización.
Comparativa práctica: Renovar vs. Configurar mejor
Para decidir con criterio, conviene analizar coste, rendimiento, riesgo y cumplimiento de ambas opciones.
Factor | Renovar firewall | Optimizar configuración |
---|---|---|
Coste inicial | Alto (hardware, licencias, despliegue) | Bajo (horas de consultoría y ajustes) |
Rendimiento | Alto, especialmente con cifrado, DPI e IA | Limitado por capacidades físicas del equipo |
Cumplimiento normativo | Facilita cumplir ENS, ISO 27001, NIS2 | Posible si el equipo soporta funciones necesarias |
Tiempo de implementación | Semanas | Días |
Vida útil estimada | 5-7 años | 1-3 años adicionales |
Riesgo de brecha | Bajo si se configura bien | Medio si hardware está en fin de vida |
Un ejemplo real: una pyme industrial con un firewall de 2018 pudo seguir operando de forma segura tras optimizar configuración, segmentar redes OT y aplicar políticas DLP (ver cómo crear política DLP). Sin embargo, otra empresa de logística tuvo que renovar urgentemente al migrar a una nube híbrida y necesitar inspección SSL/TLS en tiempo real, algo que su equipo antiguo no soportaba.
Impacto en cumplimiento normativo y auditorías
En España, varias normativas influyen en la decisión de renovar o no el firewall:
- ENS (Esquema Nacional de Seguridad): obliga a mecanismos de protección actualizados para organismos públicos y proveedores críticos.
- ISO 27001 / 27002: exigen controles de seguridad actualizados y gestionados, incluyendo segmentación y protección perimetral (ver ISO 27002).
- NIS2: amplía obligaciones a sectores esenciales, con sanciones por no implementar medidas adecuadas (ver NIS2 y cómo cumplirlo).
- RGPD: el artículo 32 obliga a medidas técnicas actualizadas y adecuadas al riesgo.
En auditorías, no basta con tener un firewall: el informe debe evidenciar que es eficaz, está al día y configurado para el riesgo específico de la empresa.
Innovaciones en firewalls en 2025: lo que podéis ganar al renovar
Los NGFW actuales integran funciones que hace tres años eran propias de soluciones separadas:
- Inspección de tráfico cifrado sin degradación.
- Prevención de intrusiones con IA.
- Visibilidad en tiempo real del comportamiento de usuarios y dispositivos (UEBA).
- Integración nativa con SOC y SIEM (ver qué es un SOC).
- Automatización de respuesta ante incidentes.
Si vuestra infraestructura está orientada a la nube, la renovación puede ser clave para adoptar una arquitectura Zero Trust y minimizar superficie de ataque.
Checklist para decidir
Antes de decidir, recomendamos este proceso:
- Auditoría técnica: evaluar rendimiento, logs, compatibilidad y seguridad (ver auditoría tecnológica).
- Análisis de riesgos: identificar amenazas específicas del sector.
- Revisión normativa: verificar requisitos legales aplicables.
- Evaluación económica: comparar coste de renovar vs coste de una posible brecha.
- Plan de contingencia: definir pasos en caso de que el firewall actual falle (ver plan de contingencia).
Conclusión: decisión estratégica, no impulsiva
En 2025, la pregunta no es solo “¿mi firewall es viejo?”, sino “¿mi firewall protege realmente contra las amenazas actuales y cumple con mis requisitos operativos y normativos?”. La experiencia demuestra que:
- Configurar mejor puede ser suficiente si el hardware aún soporta protocolos y cargas modernas.
- Renovar es imprescindible cuando el equipo está en fin de soporte, no integra funciones críticas o limita la estrategia de ciberseguridad.
En Nimbus Tech hemos visto que una decisión informada y basada en auditoría no solo optimiza la inversión, sino que protege la continuidad del negocio. La clave es alinear tecnología, configuración y cumplimiento para que el firewall sea un activo vivo, no un gasto muerto.