Cómo proteger las VPN en empresas

Cómo proteger las VPN en empresas y evitar sus principales vulnerabilidades

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Las VPN se han vuelto imprescindibles para muchas empresas, sobre todo con el auge del teletrabajo. Son la clave para que los empleados puedan acceder de forma segura a los recursos corporativos desde cualquier lugar. Pero, aunque parezcan una solución segura, no están exentas de riesgos. Si no se protegen correctamente, pueden convertirse en una puerta abierta para los ciberdelincuentes. Hoy te contamos cómo proteger tu VPN, qué vulnerabilidades debes tener en cuenta y, lo más importante, cómo aplicar estas soluciones de forma práctica y sencilla.

¿Por qué las VPN son vulnerables?

Aunque una VPN cifra el tráfico y protege los datos durante su tránsito, hay muchos factores que pueden dejarla expuesta. Desde contraseñas débiles hasta configuraciones mal hechas, pasando por dispositivos personales que no cumplen con las medidas mínimas de seguridad. Pero no te preocupes, porque aquí tienes las claves para evitarlo.

1. Refuerza el acceso: más allá de las contraseñas

Un error común es pensar que una contraseña basta para proteger el acceso a la VPN. La realidad es que muchas veces estas contraseñas son fáciles de adivinar o, peor aún, se reutilizan en diferentes servicios. Esto pone a tu red en peligro si esas credenciales se ven comprometidas.

¿La solución? Implementar autenticación multifactor (MFA). Con MFA, además de la contraseña, los empleados necesitarán un segundo paso para acceder, como un código en su móvil o una huella digital. Esto hace que, aunque alguien robe una contraseña, no pueda entrar sin ese segundo factor. Y recuerda: educar a tu equipo en la importancia de contraseñas únicas y seguras es igual de importante que usar tecnología avanzada.

Si además quieres asegurar que tus empleados trabajan de manera segura desde casa, echa un vistazo a nuestras recomendaciones sobre ciberseguridad en el teletrabajo.

2. Configura tu VPN correctamente (y no te olvides del cifrado)

La seguridad de una VPN no depende solo del software que uses, sino también de cómo lo configures. Por ejemplo, usar cifrados desactualizados o no limitar los accesos puede exponer tu red a riesgos innecesarios.

Lo que deberías hacer: Revisa que tu VPN utiliza un cifrado robusto como AES-256, y configura los permisos de acceso para que cada empleado solo pueda ver los recursos que realmente necesita. Esto no solo reduce el riesgo de ataques, sino que también facilita la gestión de la red.

Además, complementar estas medidas con un sistema de filtrado DNS es una excelente idea. Esto permite bloquear intentos de acceso a páginas maliciosas desde dentro de la VPN. Si quieres aprender más sobre esto, nuestra guía de filtrado de tráfico y DNS para empresas te será muy útil.

3. No descuides los dispositivos personales

Con el teletrabajo, muchos empleados usan sus propios dispositivos para conectarse a la VPN. Aunque esto puede ser práctico, también supone un riesgo enorme si esos equipos no están protegidos. Un portátil sin antivirus actualizado o con software malicioso puede convertirse en la puerta de entrada perfecta para los atacantes.

¿Qué puedes hacer? Implementa una política clara para dispositivos personales, asegurándote de que todos cumplan con medidas básicas de seguridad antes de conectarse a la red. También es una buena idea usar herramientas de gestión de dispositivos que te permitan monitorizar el estado de los equipos conectados.

Además, crear una política de prevención de pérdida de datos (DLP) ayudará a controlar qué información se comparte o se descarga en estos dispositivos. Si necesitas ayuda con esto, no te pierdas nuestro artículo sobre cómo crear una política DLP efectiva.

4. Monitorea y audita tu VPN regularmente

Aunque tengas todo bien configurado, siempre puede haber intentos de ataque. Los ciberdelincuentes suelen utilizar técnicas como los ataques de fuerza bruta para adivinar contraseñas. Sin un sistema de monitoreo, es posible que estos intentos pasen desapercibidos hasta que sea demasiado tarde.

Para evitarlo, asegúrate de implementar sistemas que detecten y bloqueen accesos sospechosos. Por ejemplo, puedes configurar alertas que te avisen si hay múltiples intentos fallidos de inicio de sesión desde una misma dirección IP. Y no olvides auditar regularmente los accesos a la VPN para identificar posibles brechas o errores en la configuración.

Proteger tu VPN es proteger tu empresa

Una VPN bien protegida no solo asegura tus datos, sino también la confianza de tus empleados y clientes. Implementar autenticación multifactor, cuidar la configuración, gestionar los dispositivos personales y monitorear los accesos son pasos clave para garantizar la seguridad de tu red.

Además, no olvides que la seguridad no es estática. Complementa estas acciones con estrategias más amplias, como proteger tus datos más sensibles con una política de gestión de datos confidenciales o asegurar toda tu red con un buen sistema de filtrado DNS.

La seguridad es una inversión, no un gasto. Así que pon en práctica estas medidas y asegúrate de que tu empresa está preparada para cualquier amenaza. ¡Tu red y tus datos lo agradecerán!