El ransomware es una de las amenazas más peligrosas para las empresas hoy en día. No se trata solo de un problema técnico, sino de una crisis que puede paralizar el negocio, dañar la reputación y generar pérdidas millonarias. Si una empresa no está preparada, el impacto puede ser devastador.
En este artículo no vamos a repetir lo que ya sabéis: que el ransomware cifra vuestros archivos y exige un rescate. Vamos a centrarnos en lo que realmente importa: cómo evitar que esto ocurra y, si ocurre, cómo minimizar el daño.
¿Por qué el ransomware es un problema tan serio?
Las empresas suelen confiar en su antivirus y en «tener cuidado» al abrir correos electrónicos. Pero eso ya no es suficiente. Los ciberdelincuentes han evolucionado y ahora usan tácticas más sofisticadas, como ataques dirigidos a empleados clave, infiltración en redes a través de software legítimo y explotación de vulnerabilidades desconocidas.
Por ejemplo, en 2024, una empresa muy conocida en España sufrió un ataque de ransomware porque uno de sus empleados descargó lo que parecía ser un documento inofensivo de un proveedor. Lo que no sabía es que ese archivo contenía un malware que se activó silenciosamente, propagándose por la red durante semanas antes de cifrar todos los archivos de la empresa. ¿El resultado? Días de inactividad, pérdida de contratos importantes y una factura de recuperación de más de 200.000 euros.
Cómo proteger vuestra empresa contra el ransomware
A continuación, os mostramos una serie de medidas clave que podéis aplicar desde hoy para reducir el riesgo de un ataque de ransomware.
1. Copias de seguridad: la mejor póliza de seguro
Tener copias de seguridad es imprescindible, pero no cualquier copia vale. Si guardáis los archivos en un disco duro conectado a la red, un ransomware puede cifrar también esa copia.
Para evitar esto, seguid estas recomendaciones:
- Aplicad la regla 3-2-1: tres copias de los datos, en dos medios distintos, con una fuera de la red.
- Usad almacenamiento inmutable, que impide que los archivos sean alterados.
- Programad copias automáticas y frecuentes para evitar perder datos recientes.
Si ya habéis sufrido un ataque, os interesará conocer métodos efectivos para recuperar archivos cifrados por ransomware sin necesidad de pagar un rescate.
2. Formación de empleados: el primer muro de defensa
En muchos casos, los ataques de ransomware comienzan porque alguien de la empresa hace clic en un enlace o descarga un archivo sin verificar su origen. Los atacantes saben cómo engañar, utilizando correos que parecen enviados por bancos, proveedores o incluso directivos de la propia empresa.
Para evitarlo:
- Organizad simulaciones de ataques para entrenar a los empleados en cómo identificar el ransomware antes de que sea demasiado tarde.
- Definid normas claras sobre el uso del correo electrónico y descargas.
- Estableced procesos para verificar solicitudes sospechosas, como pagos urgentes o cambios de cuenta bancaria.
3. Protección avanzada del correo y los accesos
El correo electrónico sigue siendo la principal puerta de entrada del ransomware. Si solo confiáis en los filtros básicos de spam, estáis en riesgo.
Implementad herramientas que bloqueen amenazas antes de que lleguen al buzón del usuario. Además:
- Usad autenticación multifactor (MFA) para evitar accesos no autorizados.
- Aplicad reglas que impidan la ejecución de archivos desconocidos en los dispositivos de la empresa.
- Controlad el acceso a datos sensibles mediante permisos bien definidos.
Si no habéis revisado vuestras medidas de seguridad en los últimos meses, es buen momento para actualizar vuestra estrategia con la mejores anti ransomware para empresas.
4. Segmentación de red y restricción de privilegios
Imaginad que un ciberdelincuente logra infiltrarse en un ordenador de la empresa. Si todos los sistemas están conectados sin restricciones, en minutos puede moverse por la red y cifrar todos los archivos.
Para evitarlo, segmentad vuestra red de manera que:
- Los equipos más críticos (como servidores) estén aislados del resto.
- Cada usuario solo tenga acceso a lo estrictamente necesario.
- Se monitoricen los accesos sospechosos para detectar movimientos anómalos.
5. Respuesta rápida ante un ataque
Si detectáis que un ordenador ha sido infectado, el tiempo es clave. Cuanto antes actuéis, más datos podréis salvar.
Pasos recomendados:
- Aislad el equipo: Desconectadlo de la red inmediatamente para evitar la propagación del ransomware.
- Identificad el tipo de ransomware para saber si existe una herramienta de descifrado.
- Revisad las copias de seguridad y restaurad los archivos afectados.
- No paguéis el rescate sin antes investigar opciones para eliminar ransomware y desencriptar archivos sin coste.
Si no sabéis cómo proceder ante un ataque, consultad esta guía completa sobre qué hacer ante un ataque de ransomware para minimizar daños.
6. Mantener sistemas y software actualizados
Muchos ataques aprovechan vulnerabilidades en programas desactualizados. Un ejemplo real ocurrió en 2017 con el ransomware WannaCry, que se propagó aprovechando un fallo de Windows que Microsoft había corregido meses antes, pero que muchas empresas no habían actualizado.
Evitad que esto ocurra en vuestro negocio:
- Automatizad las actualizaciones de software y parches de seguridad.
- Monitorizad los dispositivos para aseguraros de que ningún sistema esté desactualizado.
- Eliminad software obsoleto que ya no reciba soporte.
7. Evitad pagar el rescate
Pagar a los atacantes no garantiza la recuperación de los datos. De hecho, en muchos casos, los ciberdelincuentes reciben el dinero y no envían la clave de descifrado. Además, pagar fomenta nuevos ataques.
Si sufrís un ataque, investigad métodos alternativos para eliminar ransomware y recuperar archivos antes de considerar el pago.
Conclusión
El ransomware no es solo un problema de IT, es un riesgo empresarial que puede afectar la continuidad del negocio. La prevención es clave y, como habéis visto, no se trata solo de instalar un antivirus. Es necesario contar con copias de seguridad, formar al equipo, aplicar medidas de protección avanzadas y tener un plan de respuesta claro.
Si todavía no habéis implementado estas medidas en vuestra empresa, no esperéis a ser víctimas de un ataque. Un pequeño esfuerzo ahora puede ahorraros muchos problemas en el futuro.